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Michael Phelps, que completó en Pekín la proeza de ganar ocho medallas de oro en unos Juegos, dijo tras colgarse la última del 4x100 estilos: "Quería, literalmente, hacer algo en este deporte que nadie hubiese hecho antes. Sin ayuda de mis compañeros no hubiese sido posible. Vinimos todos juntos como una unidad".
La sala de prensa del Cubo de Agua se convirtió en una avispero. Cientos de periodistas se apretujaron como pudieron para ver a Michael Phelps y escuchar lo que tenía que decir el mito, el único hombre en la historia que ha conseguido ocho medallas de oro en unos JJOO, doce en total. Y lo que Phelps tenía que decir, con una sonrisa como una rodaja de melón, es que no se lo cree, que "esto es un sueño hecho realidad" y que se siente muy bien. "No tengo palabras. Estos chicos (el equipo de relevo estadounidense) estuvieron increíbles. Estos tíos lo hicieron posible. El relevo realmente lo hizo posible. Eso demuestra nuestra unidad y trabajo. Es increíble ser parte de esto", reconoció, todavía emocionado después de que la grada le brindara ese tipo de ovación que sólo obtienen para sí los elegidos.
"Ni siquiera sé cómo me siento ahora. Demasiadas emociones. Supongo que estoy encantado de ver a mi mamá", bromeó para añadir que "lo más grande es que nada es imposible", como si de un anuncio publicitario se tratase. Phelps describió la competición que realizó, disputando series clasificatorias por las tardes y finales por las mañanas, prácticamente todos los días, como "una montaña rusa". "Fui desde golpearme la cabeza contra la pared para ganar por una centésima de segundo a hacer mi mejor tiempo en cada prueba. Esto no ha sido sino una montaña rusa hacia arriba", dijo entre risas Phelps, que ahora se propone compartir tiempo con su familia y amigos y descansar: "sentarme y no moverme", asegura.
"Todo, cada carrera, una detrás de otra, desde ganar por una centésima de segundo ayer, a acabar con un récord mundial. Es una experiencia increíble y algo que tendré para siempre", aseguró Phelps, quien sin embargo reconoció que le "llevará algún tiempo" ser consciente de lo que ha conseguido. "Se ha conseguido todo", dijo. "He conseguido todo lo que quería. Esto es algo que había estado persiguiendo durante los últimos cuatro años. Ha sido divertido los últimos cuatro años, y la última semana, seguro".
"Durante los próximos cuatro años me gustaría intentar algunas otras pruebas. Me gustaría intentar algunas pruebas nuevas, pruebas que no he intentado aún, que no he hecho aquí, y luego veremos qué sucede. Bob (Bowman, su entrenador) dijo que quiere empezar fresco, y probar nuevas cosas que no hemos hecho antes. Probar nuevos métodos. Van a ser cuatro años divertidos", dijo.
"Mamá y yo todavía bromeamos sobre eso. En la escuela secundaria tenía un profesor de inglés que decía que nunca llegaría a nada. Recuerdo pequeñas cosas como esa. Es divertido", bromeó entre los presentes. "Sólo vi a mi madre un minuto, nos abrazamos, empezó a llorar, empecé a llorar y luego mi hermana empezó a llorar. Ha sido una semana divertida. Estoy encantado de haber conseguido todo lo que he deseado", repitió.
Una vez más, Phelps reivindicó atención para la natación, un deporte que pese a levantar una enorme expectación durante los JJOO, cada cuatro años, continúa siendo minoritario a pesar de lo que "ha crecido en los últimos ocho años" y del esfuerzo diario que hacen los nadadores para ofrecer espectáculos como los que en estos Juegos se han visto en el Cubbo de Agua. "Nunca tenemos vacaciones, las únicas vacaciones que tenemos es después de los Juegos. Quiero que la gente se involucre en el deporte y sea consciente de lo que estamos haciendo. En los próximos años veremos que esto sucede más y más. Me siento orgulloso y honrado de ser parte de esto", concluyó.